Los Ammonites eran cefalópodos como los pulpos y los calamares. Eran la comida de los Elasmosaurus.
El Elasmosaurus fue el más grande y especializado de los plesiosaurios, un grupo de reptiles marinos que se caracterizan por tener grandes aletas muy cercanas entre sí y un cuello muy largo. Se desplazaban como las tortugas o los pingüinos y utilizaban su largo cuello para capturar presas como Ammonites y peces. La corta cola serviría como timón más que para propulsarse.
Los plesiosaurios son reptiles marinos extinguidos hace 65 millones de años que vivian en los oceanos mesozoicos alimentándose de peces. Para reproducirse depositaban sus huevos en la costa, tal y como hacen las tortugas marinas. Los plesiosaurios son populares gracias al mito del monstruo del lago Ness.
La huella de Ammonites. Muere el animal y es arrastrado por la corriente cayendo al fondo. La corriente es unidireccional y arrastra al Ammonites dejando un surco de la morfología de las costillas en el sustrato. La corriente cesa y el Ammmonites se deposita al lado del rastro dejado. La sedimentación es muy alta cubriendose rápidamente el fondo y protegiendo el rastro y los Ammonites se fosilizan.
En el borde de la abertura de la concha podemos encontrar una estructura que se prolonga hacia el exterior. Es la orejilla o aurícula. Estas apófisis las desarrollan sólo las formas microconchas y constituyen uno de los principales distintivos sexuales. Pudo ser utilizado como sistema de equilibrio para la flotación, como defensa de las partes blandas y/o cumpliendo alguna función para la reproducción.
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